DECÁLOGO DEL PEÑISTA.

 

Recibidas en esta peña cienes y cienes de consultas, quejas y hasta denuncias, la Peña de “Los Mil Duros”, en su condición de primera Peña del mundo mundial, y con el objeto de sentar cátedra cuando no jurisprudencia, se ve obligada a hacer una serie de aclaraciones acerca de qué es y qué no es una peña.

 

Se ha visto este barrio desbordado por la proliferación de Peñas (o chiringuitos que lo quieren ser) sin que hasta ahora ninguna voz autorizada haya validado tales grupos. Es nuestra voluntad echar luz sobre este particular y aclarar cualquier duda que los ciudadanos tengan al respecto.

 

Reunido alrededor de una botella de Valdepeñas, en unas jornadas de meditación en el Monasterio de San Juan de la Peña, nuestro consejo de sabios y resabiados ha elaborado este Decálogo de 25 puntos, cada uno de los cuales es condición "Sine qua non" para que cualquier grupo de amigotes/as adquiera la categoría de Peña, y por lo tanto cualquier individuo pueda ser considerado peñista.

 

Sabemos que habrá voces que renegarán como filisteos de esta manera de definir las peñas; eso será por que son cualquier cosa menos una peña.

 

Fuera de esto no hay peñas, sólo caos...

 

Decálogo propiamente dicho:

 

-         Punto 1 - No puede hablarse de peña si el conjunto de miembros (con perdón) es de menos de dos. Si sólo es de uno podremos hablar de peñista, y si es de menos, de alma en peña.

 

-         Punto 2: Todo peñista reconocerá la evidente supremacía de la peña “Mil Duros” en todos los órdenes, por antigüedad, dignidad y gobierno. Si hay alguna duda, consultar el Punto 2.

 

-         Punto C: Las peñas acudirán (si no en masa, al menos una representación) a los diferentes actos de Fiestas, en particular al Pregón. Si algún insidioso pretende aducir que los “Mil Duros” llevamos años incumpliendo flagrantemente este punto, le diremos:

 

o       A: Que este Decálogo no tiene efectos retroactivos.

o       B: Que es cierto, pero desde que nos tocó a nosotros pregonar el año pasado, lo vemos de otra manera.

o       C: Para cualquier duda, dirigirse al Punto 2.

 

-         Punto IV - La peña vestirá con elegancia, luciendo con discreción, pero con orgullo, los distintivos de su peña. Así, deberán evitarse volantes de gayos colores en las mangas de ellos o las faldas de ellas, o cestas de frutas tropicales en la cabeza de cualquiera. Las botas de charol de plataforma tampoco son de recibo.

 

-         Punto Matic -  La peña cultivará las buenas relaciones con las otras peñas. Se encarecen los buenos modales y el civismo, no recomendándose la agresión a los miembros (con perdón) de otras peñas, aunque se los halle de madrugada, en descampado, en evidente estado de coma etílico y se les supere ampliamente en número.

 

-         Punto Pelota - Toda peña cuidará de sus manifestaciones musicales procurando el deleite sensorial a la par que el esparcimiento. Intérpretes como los de la Academia de O.T, cualquiera de la estirpe de los Iglesias o Camela dicen muy poco del nivel musical de la Peña. Hombres G sería motivo de anulación del artículo anterior (Punto Matic) para le peña infractora.

 

-         Punto G: Durante Fiestas, el alterne, el ligoteo y, si procediere, el sexo salvaje, se darán preferentemente en la modalidad inter-peñas: Tirititrán – Mil Duros, pongamos por ejemplo (a ver si cuela).

 

-         Punto Redondo: Serán objeto de especial atención y respeto los miembros de la peña “Puretas”. Este especial respeto se manifestará, entre otras, de las siguientes maneras: se caerá sobre su merienda-invitación como la langosta, matando el hambre para todas las fiestas; no se les tildará de "viejos fósiles" ni nada parecido, tengan el aspecto que tengan; se les cederá el asiento (que no la pareja, ojo) en el baile, cuando se les vea perder el bofe; y queda terminantemente prohibido sabotearles los frenos de la silla de ruedas.

 

-         Punto de Cruz - A la voz de ¡A mí la peña! acudirán todos los peñistas como uno solo, y con garrafón o sin él, abrevarán al peñista sediento.

 

-         Yomapunto - La vulgaridad de la cerveza y el kalimotxo no engaña a nadie, y todo miembro (con perdón) de una peña que se precie beberá Valdepeñas como mínimo. Eso sí, si algún peñista es sorprendido fabricando kalimotxo con un Ribera de Duero de reserva o cualquier otro caldo de calidad, tendrá un juicio justo y será colgado. (Si se tratase, como es probable, de un Zapatilla, se prescindirá incluso del juicio).

 

Este Decálogo se resume en dos puntos:

 

∙ Serás peñista sobre todas las cosas.

∙ Los Zapatillas no son una peña: son una pena, y como mucho, una asociación de malhechores.